Se denominan Economías Colaborativas los modelos de producción, consumo o financiación generados en relaciones entre iguales, o de particular a profesional, y que funcionan a través de plataformas digitales (pudiendo existir o no una contraprestación entre los usuarios). Participan en ellas tres tipos de agentes: i) prestadores de servicios que comparten activos, recursos, tiempo y/o competencias; ii) usuarios de dichos servicios; y iii) intermediarios que, a través de una plataforma, conectan a los prestadores con los usuarios y facilitan las transacciones entre ellos, lo que se denomina “plataformas colaborativas”. Más información...
Los casos que se presentan son variantes del modelo Uber; esto es, plataformas digitales que, por un cierto pago, contactan a usuarios con los prestadores de los servicio requeridos. El punto de interés es que ofrecen una base para diseñar la oferta de políticas sociales locales, por ejemplo las bolsas de trabajo de los municipios; o —como en el caso de la plataforma “Arreglen Mi Calle”— para una mayor participación ciudadana.
Contexto
Las actividades relacionadas con las Economías Colaborativas son principalmente de carácter privado y con tres tipos de protagonistas: alguien que necesita algo, alguien que tiene ese algo, y alguien intermediario que los pone en contacto con una aplicación digital.
Las Economías Colaborativas se expresan principalmente mediante el uso de aplicaciones para teléfonos móviles. En la mayoría de los casos, quien hace las veces de intermediario (administrador del sistema o plataforma) obtiene un beneficio económico. Así, por ejemplo, empresas como Uber, Airbnb y otras son considerados las estrellas del emprendimiento digital. Existen numerosas variantes de iniciativas similares, como servicios de entrega de comidas a domicilio, entre otras. En ninguna de ellas se explicita el rol de la empresa que es propietaria de la aplicación, pero actúa como intermediario.
En cuanto a los requerimientos para implementar una iniciativa del tipo Economía Colaborativa sustentada en internet y mediante el uso de una aplicación móvil, ellos dependerán del tamaño del proyecto, el que es determinado principalmente por la cantidad de personas a las cuales se desea llegar. Por lo tanto, un proyecto del tipo Economía Colaborativa que pretenda llegar a un reducido grupo de interés, podrá partir con un presupuesto relativamente bajo e ir creciendo en la medida en que aumente su actividad.
Posibilidades
La Economía Colaborativa también puede realizarse como una aplicación pública o social. Las herramientas y tecnologías usadas en las aplicaciones ya están disponibles en gobiernos locales; ellas son básicamente internet, y la ciudadanía accediendo a internet mediante el teléfono móvil. Por otra parte, muchos de los procesos administrativos realizados por los gobiernos locales podrían aprovechar las lógicas y procedimientos usados en las aplicaciones de Economía Colaborativa para mejorar su eficiencia y facilitar el acceso a los servicios que ofrecen y y que son requeridos por los ciudadanos. Por ejemplo, puede pensarse, siguiendo el modelo de LavandeiApp, de México, en bolsas de empleo virtual o emprendimientos con apoyos de municipios, según el esquema de poner en contacto a personas que requieren de los servicios con personas que realizan determinados oficios. Así los gobiernos locales podrían replantear, desde una perspectiva de servicio público, el esquema de Economía Colaborativa.
“Arregle mi calle” es un caso que sugiere utilizar el esquema de la Economía Colaborativa como plataforma para mejorar las comunicaciones entre los gobiernos locales y la ciudadanía, incorporando los problemas cotidianos de la ciudadanía en los proyectos sociales y de desarrollo implementados por los gobiernos.
Casos |
| Nº | Título | Clasificador |
| 1 | SHIPEER | Envíos |
| 2 | lavanderiapp | Lavandería a domicilio |
| 3 | WESMARTPARK | Parkings |
| 4 | Fix My Street | Reporte de problemas |
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